María Guardiola defiende la continuidad de la Central Nuclear de Almaraz y exige un trato justo para las empresas
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La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha insistido en que continuará exigiendo al Gobierno de España una “fiscalidad justa” para las empresas y ha vuelto a defender la necesidad de mantener operativa la Central Nuclear de Almaraz. Durante el pleno de la Asamblea de Extremadura, Guardiola calificó de “locura” y “despropósito” el cierre de la planta, advirtiendo de las consecuencias económicas y energéticas que podría acarrear para la región.
La intervención de Guardiola se produjo en respuesta a una pregunta de la presidenta de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, quien había cuestionado la postura de la Junta tras la reciente parada de los dos reactores de Almaraz. De Miguel aprovechó la ocasión para criticar la postura de la presidenta, argumentando que el cierre temporal de la central durante una semana desmentía los temores sobre la falta de suministro eléctrico en el país.
La presidenta de la Junta de Extremadura critica el plan del Gobierno central de cerrar las nucleares, alertando sobre los riesgos económicos y energéticos.
Según De Miguel, la parada de los reactores demuestra que “Madrid no se ha quedado sin luz”, lo que, a su juicio, desmiente los “argumentos apocalípticos” de la presidenta. Además, señaló que la central nuclear ha reportado beneficios millonarios a las empresas propietarias, como Iberdrola, y que Guardiola está “manoseando” el tema para su beneficio político, al no hacer frente a la necesidad de un desmantelamiento ordenado.
Guardiola, por su parte, enmarcó la parada de la planta en la “normalidad” del funcionamiento de la central. Explicó que la suspensión de los reactores respondió a tres factores: la “desproporcionada carga fiscal” que soportan las empresas propietarias, una “bajada de la demanda” durante la Semana Santa y la abundante producción de energías renovables debido a las borrascas recientes. También destacó que la unidad 2 ya se ha reconectado a la red eléctrica.
La presidenta extremeña subrayó que el cierre de la Central Nuclear de Almaraz sería “un error estratégico”, ya que la planta representa aproximadamente el 7% de la energía consumida en España y da empleo directo a más de 3.000 personas, además de generar efectos económicos en la región. En este sentido, Guardiola alertó de que el cierre de la planta provocaría la pérdida de 800 millones de euros anuales y de 15.000 empleos indirectos, debido al impacto que tendría en sectores vinculados a la actividad de la central.
Además, destacó que el cierre de Almaraz incrementaría el riesgo de apagones en Extremadura en periodos de alta demanda, lo que obligaría a depender del gas, aumentando las emisiones de CO2 y elevando los costes de generación de energía. Esto, según la presidenta, resultaría en un encarecimiento de la factura de la luz para las familias extremeñas y afectaría gravemente la competitividad de las empresas de la región.
Guardiola criticó duramente al Gobierno de España por su plan de cierre de las centrales nucleares, calificándolo de “sectario” y señalando que no toma en cuenta el contexto geopolítico actual ni los intereses de los extremeños. En este sentido, acusó al presidente del Gobierno de priorizar su supervivencia política sobre el bienestar de los ciudadanos y lamentó que el Ejecutivo central, en su opinión, esté más enfocado en su pacto ideológico con Podemos que en encontrar soluciones energéticas viables para el país.
Rechaza las acusaciones de Irene de Miguel de Unidas Podemos y defiende una fiscalidad justa para las empresas
La presidenta también cuestionó las posiciones de la ministra para la Transición Ecológica, quien, según Guardiola, está “incapaz de anteponer los intereses de todos los españoles a las órdenes de su líder”. Recordó además cómo la exministra Teresa Ribera, hoy comisaria europea, “demonizaba la energía nuclear” y ahora “se abraza a ella como si no hubiera un mañana”.
Por último, Guardiola desafió a Irene de Miguel a que presentara alternativas claras para la generación de energía en la región. Le acusó de vivir “en un mundo tan hipócrita como irreal” al atacar la energía nuclear mientras exige una descarbonización completa y energía barata. “Lo que está detrás de este plan de cierre es un pacto ideológico firmado en 2019 por el PSOE y Podemos”, sentenció la presidenta.
Guardiola reiteró que el Gobierno de Extremadura no permitirá el cierre de Almaraz y continuará exigiendo al Ejecutivo central que revierta su decisión, defendiendo que mantener la central en funcionamiento es esencial tanto para la economía como para la estabilidad energética de la región.