Domingo Durán Guillén estrena jubilación tras 40 años en el Cuerpo de Bomberos de Almendralejo
Nacido en Almendralejo, a los 21 años ingresó en el Consorcio Provincial para la Prevención y Extinción de Incendios. Desde ese momento ha tenido responsabilidades en todos los ámbitos del Cuerpo hasta llegar a la Jefatura. La influencia y el buen hacer de su padre (Q.E.P.D) le influyó de manera decisiva para dedicarse profesionalmente al servicio público.
Una profesión que le ha proporcionado hacer lo que más le ha gustado, dedicarse a ayudar a los demás en situaciones y momentos límites.
Ahora enfoca su vida a su segunda pasión que es el deporte. Seguirá activo en el entrenamiento de porteros en el C. D. Extremadura, como venía haciendo hasta ahora.
Supongo que el que tu padre fuese bombero influyó en tu vocación.
Por supuesto. Cada día veía lo que hacía y su gran labor. Me enseñó a valorar mucho esta profesión. El poder presenciar cómo ejercía cuando era niño y verlo en situaciones reales, siempre de lejos y lo que se permitía, me despertó esa pasión por esta profesión.
¿Recuerdas cómo fue tu primer día de bombero?
Lo recuerdo con ilusión. Estaba nervioso y con incertidumbre de cómo sería mi primera intervención.
¿Cuál ha sido el momento o actuación más difícil que has tenido que atender?
Cada intervención ha tenido sus peculiaridades y por ello diferentes dificultades de las que he aprendido. Por ejemplo, el vuelco de un camión en la A66 con un gas refrigerado a -160º, un día de verano de muchísimo calor, donde la cisterna perdió el aislante. Por ello corría el peligro de una gran explosión. Tuvimos que hacer una zona de seguridad con un radio de 1 km. Debo resaltar la gran labor de todos los compañeros. Uno de ellos, tuvo una gran idea, me dijo: “Jefe, ¿dónde podemos conseguir mantas?
Automáticamente entendí lo que quería hacer. Solicité mantas al parque de bomberos más cercano. Con ellas solventamos el aislante que faltaba empapándolas con agua, consiguiendo que la temperatura interior de la cisterna disminuyera poco a poco.
No obstante, uno de los momentos más duros de mi profesión fue el incendio de Torre de Briz.
¿Como manejaste las emociones ante sucesos terribles?
La gestión de las emociones ante estos sucesos no es fácil. En tu cabeza le das mil vueltas y lo tienes muy presente. Al final, aprendes a vivir con ellas.
En mi caso, una gran apoyo ha sido mi familia. El querer estar entero para no preocuparles.
¿Qué ha sido lo más gratificante de tu profesión?
Para mí lo más gratificante ha sido, es y será el ayudar a los demás. El poder ver en su rostro la muestra de agradecimiento es lo que me llevo a casa. Esa sensación de haber cumplido con mi trabajo de bombero.
El formar equipo y ejercer el compañerismo es una de las características de este cuerpo para obtener resultados positivos?
Sin lugar a dudas. El estar rodeado de buenos profesionales, el poder delegar y sacar lo mejor de cada uno es fundamental para una buena labor.
¿Cuáles son las cualidades que debe tener un buen bombero?
Para ser bombero además de unas cualidades físicas y una formación contínua, es muy necesario tener vocación, sacrificio y entrega hacia los demás.
¿Algún consejo para las nuevas generaciones?
A las nuevas generaciones, si tienen claro que de verdad quieren ser bomberos, les aconsejo ser perseverantes, tener tesón y sacrifico.
¿Como afrontas la jubilación?
La jubilación la afronto con positividad y con nostalgia de dejar atrás una profesión que siempre formará parte de mí.
Imagino que el deporte y entrenamiento de porteros será ahora tu prioridad.
Siempre me ha apasionado el fútbol. Ya lo compaginaba con ser bombero y ahora, con mi jubilación, me ayudará a no notar tanto cambio en mi rutina diaria. Siempre he sido una persona activa y quiero seguir siéndolo; con el entrenamiento de porteros, los niños, etc…