El que más y el que menos se pregunta cómo es posible que Pedro Sánchez no dimita después de estar imputados su hermano, su mujer, un exministro, el Fiscal General del Estado y teniendo él mismo un pie ya en el banquillo.

Es más, cualquiera puede ver una tranquilidad pasmosa en sus declaraciones cuando se le pregunta por todos esos temas judiciales que le afectan tan de cerca. Incluso se aprecia una sonrisa burlona aparte de la ya típica socarronería de la que siempre hace gala, como buen felón.

 Ángel García Calle

Y es que Sánchez puede ser un psicópata, un sinvergüenza, un traidor, un malnacido …, pero no es imbécil. Tiene la astucia del malvado y la inteligencia del ladino.

Sánchez quiere ser imputado cuanto antes en la causa que se sigue contra su mujer. Y quiere ser imputado antes de que sigan saliendo trapos sucios de los chanchullos de Begoña y que sus negocietes sigan salpicando al PSOE.

Y ello por una sencilla razón: en el momento en que el juez Peinado decrete que Pedro Sánchez tiene la cualidad de investigado, la causa (el procedimiento judicial) la tiene que pasar forzosamente al Tribunal Supremo por la condición de aforado que tiene el Presidente del Gobierno, y el Tribunal Supremo tiene que pedir inmediatamente el suplicatorio al Congreso de los Diputados para poder seguir con la investigación.

Un dato a tener en cuenta: el Juez Peinado tendría que remitir la causa completa al Tribunal Supremo, todos los delitos investigados y todos los implicados pasarían a ser competencia del Tribunal Supremo.

A buen seguro el suplicatorio que pidiese el Tribunal Supremo al Congreso sería denegado, puesto que Pedro Sánchez tiene el apoyo de la mayoría del Congreso y, en cualquier caso, haría las concesiones que fuesen precisas a los separatistas y bilduetarras para que votasen “no” al suplicatorio en caso necesario.

Si el suplicatorio es denegado la causa en el Tribunal Supremo se debe archivar inmediatamente y no se puede volver a reabrir nunca jamás.

Solo una catarsis dentro del partido, por aquellos que aún le tengan cierto apego a las siglas, nos pueden liberar de Pedro Sánchez, pero albergo pocas esperanzas de que eso suceda ya que la inmensa mayoría están colocados por la “PSOE, Agencia de Colocación”.

Solo cabría acudir al Tribunal Constitucional. Pero ya sabemos de quién depende el Tribunal Constitucional, ¿verdad? ¡Pues eso!

Es decir, paradójicamente, con el ordenamiento jurídico actual que tenemos, la imputación de Sánchez sería su salvación, la de su mujer y todos sus compinches.

De ahí que este nauseabundo personaje se esté descojonando de todo el Pueblo español. Solo una catarsis dentro del partido, por aquellos que aún le tengan cierto apego a las siglas, nos pueden liberar de Pedro Sánchez, pero albergo pocas esperanzas de que eso suceda ya que la inmensa mayoría están colocados por la “PSOE, Agencia de Colocación”.

No puedo terminar este artículo sin mostrar mis respetos a todos los fallecidos por la catástrofe en Valencia (me niego a señalar a la DANA, puesto que no fue ésta la causante, sino la incompetencia de nuestros gobernantes).

Ni siquiera un funeral de Estado se han merecido las 227 personas víctimas de un sistema político claramente podrido e ineficaz. Descansen en paz.